Antequera ha vivido este domingo la celebración del Corpus Christi, marcada por una serie de significativas novedades que renovaron esta tradicional cita del calendario litúrgico. La ciudad ha respondido con devoción y entusiasmo a una edición que pasará a la historia por su nuevo formato y recorrido, logrando una notable asistencia de fieles y una cuidada puesta en escena en cada detalle del cortejo y los altares instalados.
La jornada comenzó a las 19:00 horas con la solemne Eucaristía, que por primera vez tuvo lugar en la iglesia parroquial de San Pedro, dejando atrás la tradicional sede de San Sebastián. La decisión, fruto de un deseo de revitalización pastoral, permitió a numerosos vecinos de este entorno vivir de cerca una celebración que volvió a demostrar el profundo arraigo de esta festividad entre los antequeranos y acercarse a todos los barrios.
En torno a las 20:00 horas, ha dado comienzo la procesión con el Santísimo Sacramento en la Custodia, acompañado por un cortejo renovado que abrió con los niños y niñas que este año han recibido su Primera Comunión, seguidos por representaciones simbólicas de las cofradías de Pasión y Gloria —limitadas a dos miembros con guión por hermandad para mayor agilidad—. Detrás marcharon los voluntarios y miembros de Cáritas, el clero local y una representación institucional del Ayuntamiento de Antequera, con el pendón de la ciudad.
La Custodia, llevada en trono por hermanacos, estuvo precedida por un destacado cuerpo de acólitos, este año coordinado por la Archicofradía de los Estudiantes, y fue acompañada musicalmente por un coro y banda escolar organizado por los centros educativos de las hermanas franciscanas de los Sagrados Corazones, que ofrecieron un acompañamiento litúrgico de gran sensibilidad.
Durante el recorrido, que discurrió por calles como Cruz Blanca, Lucena, Acera Alta, San Zoilo y San Francisco hasta culminar en la plaza de San Sebastián, numerosos altares embellecieron el trayecto. Cofradías como las del Consuelo, el Rescate, Rosario, Estudiantes, Pollinica, Salud, Socorro y la Sacramental de San Salvador ofrecieron auténticos retablos efímeros cargados de arte y devoción. Uno de los momentos más especiales se vivió en la plaza de San Francisco, donde el paso del Santísimo frente al altar de la Archicofradía de los Estudiantes en su templo sede, perteneciente a la parroquia del barrio de San Pedro. La procesión incluyó varias petaladas, entre ellas una muy celebrada organizada por la Pastoral Juvenil del Arciprestazgo, que sorprendió con una tirada de aleluyas al paso del Santísimo, en una estampa cargada de fervor y juventud.
En torno a las 22:30 horas, tal como estaba previsto, el cortejo concluyó en la plaza de San Sebastián, con la bendición final en el altar instalado por la Archicofradía del Socorro como Sacramental de San Salvador. En una plaza en la que, también la parroquia de San Sebastián instaló un altar con la Sagrada Imagen de San Luis Gonzaga, cuya festividad ha tenido lugar este sábado.