Al otro lado del portón negro, reina una calma inusual antes de poner un paso en la calle, como si en realidad fuera esa cualidad el motivo que da nombre a la cofradía, aunque esta vez, la cosa tiene truco. El jaleo está en la Catedral, donde el Cristo Misericordia descansa durante este año jubilar. Allí están todos los ornamentos que han dejado el interior de la casa de hermandad casi vacío, el ajetreo y los nervios, aunque menos en esta ocasión. «Siempre tenemos un poquito de preocupación y trabajo, sobre todo, pero estamos tranquilos porque sabemos que el Señor nos va a echar una mano, que va a salir todo muy bien y que Granada va a disfrutar de este día», esboza una sonrisa el hermano mayor, todo un poso de serenidad, con la confianza de que nada podrá estropear la celebración. Habrá música y luz, como en cualquier cumpleaños, aunque en torno al Silencio es algo casi desconocido. La cita lo merece. No todos los días se festeja un centenario.
«De hecho, el martes día 6 fue el 101 aniversario de la fundación de la hermandad», apunta su hermano mayor, que deja escapar otro gesto amable al mirar de reojo el logotipo de este medio. No hay en Granada cofradía más solemne y singular que la suya, cuya austeridad incluso le lleva a conservar el anonimato. Pero la ocasión invita a romper el silencio y celebrar toda una fiesta en torno al paso del Cristo de la Misericordia, que desde las 17:00 horas recorrerá las calles de la ciudad en una salida extraordinaria que cerrará los eventos en torno a su centenario. «Está siendo un año precioso, muy intenso, con muchísimos actos que culminamos este domingo».
La misa de acción de gracias precederá a su reencuentro con los granadinos tan solo unas semanas después de otra noche sobrecogedora, en la que tan solo el sonido de las cadenas y el lúgubre tambor que encabeza cada año el cortejo rompió la quietud en la más absoluta oscuridad. Ahora, en cambio, los rayos del sol caerán sobre la piel de Cristo crucificado, en el momento justo de su muerte, envuelto por un halo musical. «Vamos a ver distinto al Señor de día, lo primero. El Señor restaurado, con esa presencia que tiene y esa maravillosa restauración que se le ha hecho, que va a permitir que toda Granada disfrute de él a la luz del día. También va a ir acompañado de música, algo que no es habitual, que es inusual totalmente», puntualiza el hermano mayor del Silencio.
«Es un día de alegría, de júbilo, donde la hermandad quiere agradecer a Granada todo el cariño que ha ido recibiendo, no solo durante este año del centenario, sino a lo largo de los 100 años. Creíamos que teníamos que hacerlo de una forma especial», argumenta. Pero habrá otra novedad más este domingo en la salida extraordinaria. «Va a discurrir por unas calles donde no es habitual ver al Cristo de la Misericordia. Hemos pensado acercarnos a los tres templos donde estuvo el Señor en alguna ocasión, fuera de los templos propios del Albayzín. Será acercarnos un poquito a San Antón, a San Juan de Dios y a la Colegiata de San Justo y Pastor», precisa. «Espero que verle de día, por esas calles, sea impresionante y que la ciudad entera lo pueda disfrutar», desea.
Desde la Catedral
El itinerario partirá desde el hogar temporal del Cristo de la Misericordia. «Tenemos un año jubilar donde el Señor está presidiendo la Catedral. Eso fue algo inesperado para nosotros, que nos llenó de ilusión, que ha supuesto un poquito más de trabajo y coordinarnos, pero afortunadamente todo está yendo bien y toda Granada y los visitantes pueden contemplar la imagen del Señor allí en el altar mayor, que realmente es impresionante verlo y ver la admiración que despierta en cualquier persona que pasa por delante de él», se congratula. «Es una imagen única, despierta muchísima admiración entre todos los visitantes y los granadinos que le tienen devoción», sostiene. También lo serán las que este domingo regale el paso del Silencio por la ciudad.