Los de Natxo González caen ante el cuadro oscense sin oponer la más mínima batalla. Un error de Dani Barrio permitió a los de Xisco abrir una lata que cerraría Seoane. El Málaga, con este tropiezo, encadena ocho jornadas sin ganar en La Rosaleda. Además el descenso se queda a seis puntos tras el empate de la Real Sociedad B ante el Ibiza.
El primer tiempo fue muy igualado. Ambos conjuntos no se atrevieron a dejar espacios y de ahí que no hubiera apenas ocasiones en el partido. Lo que sí que fue noticiable es la lesión de Jairo, que tuvo que ser sustituido por Hicham al notar unas molestias musculares en un esfuerzo defensivo. Y en cuanto a ocasiones, destacó una de Roberto que tapó con acierto Andrés Fernández. Hasta ahí, todo correcto. Pero el arranque del segundo acto no tendría el mismo guion.
El primero en escurrir literalmente el bulto fue Dani Barrio, que sirvió el primero en bandeja a Marc Mateu tras no atrapar un balón que llegaba manso a sus brazos. Y poco después, una sensacional pared en tres cuartos con Escriche, dejó a Seoane solo ante el arquero malaguista que no pudo hacer nada para evitar el segundo tanto visitante. Tras estas dos puñaladas, La Rosaleda dictó nuevamente sentencia al corear eso de “jugadores, mercenarios” y “esa camiseta no la merecéis”.
Con esta derrota, el descenso queda a seis puntos tras el empate de la Real Sociedad B en Ibiza. Pero lo peor son los números en La Rosaleda. Y es que son ocho las jornadas que encadenan los malaguistas sin lograr un triunfo como local. La temporada tiene visos de hacerse eterna a este ritmo.