El principal sospechoso de la desaparición en mayo de 2007 de Madeleine McCann, el alemán Christian Bruckner, ha abandonado este miércoles, 17 de septiembre, la cárcel de Alemania donde cumplía condena por un caso de violación, sin que pese sobre él ninguna imputación concreta por el ‘caso Maddie’.
Buckner, de 48 años, fue condenado en 2019 por la violación de una mujer estadounidense de 72 años en 2005. Los hechos tuvieron lugar en Portugal, el mismo país en el que se le perdió la vista a Madeleine McCann, de tres años de edad, cuando pasaba una vacaciones junto a su familia en el Algarve.
Los investigadores alemanes sospechan que Bruckner, que ya había sido condenado por abuso de menores entre 1994 y 2016, también está relacionado con la desaparición de McCann, en base a pruebas que le sitúan en la zona.
El alemán, sin embargo, siempre lo ha negado y no se ha dictado ninguna imputación al respecto, pese a que se han llevado a cabo sucesivas redadas en la zona de Praia da Luz, la última de ellas el pasado mes de junio.
Encuentran restos de huesos y ropa cerca del lugar en el que desapareció Madeleine McCann
Una nueva búsqueda
A principios de junio, la Policía Judicial de Portugal comenzó una nueva búsqueda. Según rezaba un comunicado, la Policía Judicial estaba cumpliendo una orden europea de investigación emitida por las autoridades alemanas, autorizada por el coordinador de la Fiscalía del Distrito de Faro. El objetivo era ejecutar diferentes investigaciones, en concreto diversas órdenes de registro que se llevaron a cabo hasta el 6 de junio en Lagos.
Esta orden de registro fue emitida por la Fiscalía de Braunscheig, que está llevando a cabo diligencias contra un ciudadano alemán sospechoso de cometer el asesinato de Madeleine McCann. «Todas las pruebas recogidas serán entregadas a agentes del Servicio Federal de la Policía Criminal de Alemania, previa autorización de la Fiscalía», explicaron.
La policía alemana solicitó registros en Praia da Luz, donde Madeleine McCann fue vista por última vez, y en una casa cerca del complejo turístico donde vivía el principal sospechoso de la desaparición y de la muerte de la pequeña. Esta fue la primera búsqueda que se realizaba en Portugal en más de dos años. En 2023, agentes portugueses y alemanes llevaron a cabo inspecciones en la presa de Arade.
Unos días después, salió a la luz que los agentes encargados de las investigaciones encontraron restos de huesos y ropa cerca del lugar en el que desapareció la pequeña el 3 de mayo de 2007. Según publicó el diario inglés ‘The Mirro’, las labores de búsqueda retomadas en un área de 48 hectáreas en Praia da Luz dieron resultados.
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