El fallecimiento de Roberto Iniesta Ojea, el histórico Robe, ha sacudido al rock español y ha reabierto inevitablemente el recuerdo de quienes formaron parte de su universo creativo. Entre ellos, el dibujante y tatuador malagueño Manuel Castilla Zamarro, Ramone, autor de algunas de las imágenes más icónicas asociadas a Extremoduro. Desde Alhaurín de la Torre, donde continúa su carrera, rememora en el programa ‘Llegó la hora’ de 101TV una relación artística marcada por la intuición y la confianza absoluta.
Muere Robe Iniesta, voz de Extremoduro y leyenda del rock español, a los 63 años
«Me mandaba el disco ya terminado, con el máster, y con eso me montaba yo la imagen mental de la portada. Y siempre fue a la primera, vaya», explica Ramone, que insiste en que aquel proceso creativo con Robe era inusualmente fluido. «Le mandé un boceto bastante terminado y le pareció fantástico. Y con todas las demás, pues lo mismo. Era un poco el concepto del disco, bastante natural. En otros trabajos he tenido que hacer más bocetos o darle más vueltas a las cosas, pero con Robe todo era bastante, bastante orgánico».
Aquel entendimiento espontáneo dio lugar a tres portadas que hoy forman parte de la memoria sentimental del rock español: el mono humanoide de ‘Pedrá’, el hombre de pelo largo emergiendo de una charca en ‘Agila’ y la bola del mundo a punto de estallar en ‘Iros todos a tomar por culo’. Tres imágenes que no solo ilustraron miles de cedés antes de la expansión de la piratería, sino que se convirtieron en símbolos que los adolescentes de los noventa —y también los de este siglo— llevaron en camisetas, parches, chapas y banderas.
El vínculo con Málaga
El vínculo de Robe con Málaga era profundo. Él mismo contaba en el documental ‘Todos somos estrellas’ que en 1992 pasó una temporada en la ciudad, donde conoció a Tabletom de la mano de Ramone y se convirtió en fan fervoroso de Rockberto. Ese puente emocional y musical terminó marcando la estética de Extremoduro en una etapa decisiva.
Ramone, madrileño de nacimiento pero malagueño de adopción, ya era un nombre conocido en el entorno underground por sus trabajos en la revista ‘Makoki’, además de firmar portadas para artistas como Albert Plá o Marea. En Málaga también dejó huella con proyectos propios como el fanzine juvenil y surrealista ‘Er Papé’, creado junto al humorista gráfico Pachi. Pero ninguna colaboración alcanzó la trascendencia popular de su sociedad creativa con Robe Iniesta.
La muerte del músico extremeño, confirmada este miércoles a los 63 años por Dromedario Records mediante un comunicado que calificaron como «la nota más triste de nuestra vida», abre ahora un espacio de duelo colectivo. La agencia ha anunciado que en los próximos días se detallará el lugar y el horario del homenaje póstumo que tendrá lugar en Plasencia, donde familiares, amigos y seguidores podrán despedir al artista.
Mientras tanto, Ramone vuelve a aquellos días en los que una simple escucha bastaba para que la portada cobrara vida en su cabeza. Una forma de trabajar que, según él, solo Robe hacía posible.
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