El Museo del Louvre ha reabierto sus puertas en la mañana de este miércoles. Tras dos días y medio cerrado por el atraco sufrido el pasado domingo por unos encapuchados, las galerías de este histórico recinto han vuelto a recibir la visita de miles de visitantes quienes, eso sí, seguirán sin poder disfrutar de las nueve joyas sustraídas por parte de los ladrones pertenecientes a Napoleón y Josefina, con un valor estimado de 88 millones de euros.
Una de las piezas ha logrado ser hallada, aunque sin la ubicación ni pistas de los sospechosos, pues esta se encontraba en los alrededores del museo. La pieza era la ‘espectacular’ corona de Eugenia de Montijo, aunque en estos momentos no se puede percibir todo su esplendor, ya que se les cayó del botín y del impacto la han roto.
Un atraco en la apertura del Louvre obliga a cerrar el museo durante toda la jornada del domingo
En solo siete minutos
Eran aproximadamente las 9.30 de la mañana cuando el equipo de ladrones, bien coordinado y preparado, se introdujo en el museo. Las puertas ya estaban abiertas a visitantes cuando se sumergieron en la sala, aunque para huir las miradas iban disfrazados de obreros. Dos de ellos iban subidos a un camión, equipado con un montacargas, y aparcaron en el elevador cercano al edificio.
Rompieron la ventana con una sierra y se introdujeron en la galería Apolo, una de las más visitadas por su increíble colección de joyas, ya ahí consiguieron su botín, en apenas cuatro minutos, y se dieron a la fuga en dos motocicletas, donde le esperaban otros dos miembros de la banda.
La rapidez y la sencillez de sus tácticas han sorprendido a toda Francia. El museo Louvre cuenta con uno de los equipos de seguridad más preparados, pues su interior lo visitan más de ocho millones de personas cada año. Este incidente se ha considerado un ataque al museo, a su seguridad y a toda Francia.