El primer ‘desmarque’ de Reino Unido del acuerdo sobre Gibraltar ha llegado en menos de 24 horas. Las reacciones desde Londres hacen entender que el acuerdo no es tan granítico y aparecen los primeros matices que invitan a pensar en que no todo es de color de rosas. El ministro de Exteriores británico, David Lammy, ha remarcado que la soberanía de Gran Bretaña sobre este territorio y sus aguas «es sacrosanta e irrefutable» además de advertir que lo que se busca es «una frontera fluida» sin que el Peñón se una al espacio Schengen.
En unas declaraciones este mismo jueves, Lammy, ha advertido que la base militar en Gibraltar seguirá funcionando como hasta ahora una vez se apruebe el nuevo tratado con la Unión Europea sobre Gibraltar, y que el territorio cuya soberanía reclama España seguirá manteniendo la «soberanía fiscal». La base «seguirá operando como lo hace hoy en día, habrá cero cambios», ha destacado Lammy durante una comparecencia en la Cámara de los Comunes tras ser cuestionado por la portavoz de Exteriores conservadora, Priti Patel, subrayando que «es vital para la seguridad nacional de Reino Unido».
Lammy ha hecho estas declaraciones en el marco de este acuerdo histórico España-Reino Unido-UE sobre Gibraltar, con una población de 34.000 habitantes que llevaban años de incertidumbre por el Brexit. Una situación que también incide directamente sobre la ciudad vecina de La Línea de Concepción y la comarca gaditana del Campo de Gibraltar, donde el optimismo es moderado si bien hay satisfacción porque el tema fronterizo se resuelva.
Por su parte, Lammy ha recalcado que la base militar «está protegida» por el acuerdo político que alcanzaron la víspera Londres y Bruselas. «Era una línea roja para nosotros durante toda la negociación», ha remarcado el ministro laborista. Asimismo, ha garantizado que los militares británicos que lleguen a Gibraltar no tendrán que demostrar su nacionalidad. «España es un aliado de la OTAN y entendió la importancia de ese requisito», ha añadido.
Por otra parte, preguntado por Pattel si lo acordado supone que Gibraltar entrará en la Unión Aduanera o tendrá que aplicar el IVA, Lammy le ha garantizado que «Gibraltar no aplicará el IVA y mantendrá su soberanía fiscal».
La pregunta de la portavoz ‘tory’ venía motivada por el hecho de que la declaración conjunta se habla de «un acuerdo sobre los principios de imposición indirecta que se aplicarán en Gibraltar, incluyendo el tabaco, que evitarán distorsiones y contribuirán a la prosperidad de toda la región». El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha indicado que habrá una «convergencia fiscal», sin entrar en detalles.
Gibraltar no entra en Schengen
Lammy también ha asegurado que que «Gibraltar no entrará en Schengen», pese a que la mayoría de las informaciones de este pasado miércoles apuntaban en esa dirección. «Esto nunca estuvo sobre la mesa», ha remarcado, aclarando así las dudas que había suscitado el hecho de que agentes de policía españoles vayan a ser los encargados de realizar los controles Schengen en el puerto y el aeropuerto. «La inmigración, la vigilancia policial y la justicia seguirán siendo responsabilidad de las autoridades de Gibraltar», ha puntualizado.
En la Cámara de los Comunes, también ha tomado la palabra el exministro de Exteriores James Cleverly, quien participó durante un tiempo en la negociación, ya que esta se ha prolongado durante casi cuatro años. «Lo único por lo que confío en que pueda ser un buen acuerdo», ha dicho, «es porque el Gobierno de Gibraltar ha estado muy implicado».
Tras señalar que cuando el Parlamento tenga ocasión de revisar el acuerdo resultante –que tendrá que ser refrendado–, podrá comprobar si las líneas rojas que él fijó durante la negociación se respetaron. En este sentido, ha preguntado a Lammy si finalmente fueron europeos y españoles quienes «se acercaron» a la postura británica o a la inversa para conseguir el acuerdo, pero este no le ha respondido.