El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido que Israel no pueda participar en ninguna competición deportiva internacional «mientras dure la barbarie» en Gaza y pide que se le apliquen las mismas restricciones que a Rusia en este sentido. El dirigente socialista ha utilizado el ejemplo de Rusia que tanto se pone de manifiesto estos días en redes sociales y tertulias
En la reunión de la comisión interparlamentaria en el Congreso de los Diputados, ante los diputados, senadores y europarlamentarios socialistas reunidos por el arranque del nuevo curso político, Sánchez ha puesto en cuestión que se expulse a Rusia tras la invasión de Ucrania y ahora no se haga lo mismo con Israel después de «la invasión de Gaza».
«Nuestra posición es clara y rotunda, hasta que no cese la barbarie, ni Rusia ni Israel deben estar en ninguna competición internacional más»
«Nuestra posición es clara y rotunda, hasta que no cese la barbarie, ni Rusia ni Israel deben estar en ninguna competición internacional más», ha afirmado el presidente del Gobierno que considera que esta postura es compartida por la «inmensa mayoría» de la ciudadanía, tanto de izquierdas como de derechas o de centro. «Porque están en el sentido común, en la defensa de los derechos humanos y el derecho internacional que está siendo menoscabado por Rusia y por Israel», ha apuntado.
El jefe del Ejecutivo ha hecho esta petición al día siguiente de los altercados en La Vuelta ciclista a España en Madrid que obligaron a cancelar la última etapa y se saldaron con dos detenidos y una veintena de policías heridos.
Sánchez ha afirmado que rechaza siempre la violencia, pero ha insistido en que siente «una profunda admiración y respeto» por una sociedad civil española «que se moviliza contra la injusticia» y defiende su idea «de forma pacífica».
No le importa discrepar
En esta misma línea ha defendido tener «voz propia» en el plano internacional y utilizarla «para defender lo correcto», que le ha llevado a discrepar de socios en la posición sobre Palestina e Israel o en otros asuntos como el aumento del gasto en Defensa o «la marcha atrás» en políticas sociales y medioambientales.
«En esos y en otros casos, pues no tenemos problemas en discrepar de algunos de nuestros socios europeos, también internacionales, y en decir lo que pensamos», ha advertido Sánchez, haciendo hincapié en que la política exterior «sirve para defender lo que es justo, aunque no siempre sea mayoritario», ha apuntado.