La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha organizado en Sevilla y su provincia la cuestación anual para recaudar fondos para la investigación contra esta enfermedad. Se trata de unas mesas informativas colocadas en toda la ciudad y en diferentes municipios y pueblos de la provincia en la que cientos de voluntarios recaudan dinero y dan información a usuarios anónimos sobre el cáncer y las posibilidades que ofrece la AECC. “Es más que una recaudación de dinero, estas huchas se llenan de amor”, explica una de las voluntarias de la asociación que además es paciente de oncología, Amparo Hernández.
El gerente provincial de la AECC, Paco Vázquez, ha acudido a una de las mesas en la Plaza Nueva donde nos ha explicado que además de la captación de ingresos para la investigación, la prevención y el apoyo a los afectados y sus familias, “la cuestación sirve para acercarnos cara a cara con la población”. “Lo vemos en Sevilla”, asegura el gerente, “es una ciudad muy solidaria”.
1.000 voluntarios
De esta forma, la asociación da a conocer todos sus servicios “completamente gratuitos”, además de información a la población que existe un teléfono (900 100 036) activo las 24 horas del día los 365 días del año para cualquier consulta o ayuda que necesiten tanto los pacientes como sus familiares. Paco Vázquez ha incidido también en el aumento de casos y la preocupación de la asociación ante esto, y es que cada dos minutos se detecta un caso de cáncer y dentro de unos cinco años se van a diagnosticar más de 300.000 casos de cáncer al año “es algo que nos incumbe a todos, con un papel u otro”.
Es por ello que ha puesto en valor la labor de los voluntarios asegurando que la sede provincial tiene ya 1.000 personas que ofrecen sus servicios de forma altruista. “Me quito el sombrero con cada uno de ellos”, explicaba el gerente. “Ellos tienen su propia historia personal, la mayoría o han pasado o padecen cáncer o han tenido familiares o amigos que lo hayan tenido”. Es por ello que han sido capaces de “transformar ese túnel oscuro y lo han llenado de luz para convertirlo en ayuda, apoyo, en prestarse a personas que lo necesitan…”.
Testimonios
Cientos de voluntarios participan en esta cuestación y trabajan de forma altruista todo el año con la asociación. Es el caso de Susana Luna, familiar de un paciente oncológico y voluntaria, que nos ha explicado que su motivación personal “es servir de apoyo y acompañamiento tanto a los pacientes como a sus familiares, puesto que es una enfermedad que afecta también al entorno una vez que se recibe el diagnóstico”. El núcleo fuerte y familiar se ve afectado y es que “el cáncer es una enfermedad que hay que manejarla en unos tiempos largos”. Es por ello que “contar con la entidad es un privilegio”.
En este punto, Susana Luna nos contaba que ella recibió la ayuda de la asociación cuando más la necesitaba, por ello “es de recibo empatizar con cada una de las situaciones y poder contribuir en la causa”. “Y más un día como hoy, porque es cuando se nos da el altavoz y la visibilidad a la lucha contra el cáncer, poder vencer a la enfermedad” y conseguir el reto: llegar al 70% de la supervivencia en pacientes oncológicos en 2030.
«La AECC ha sido para mi un refugio»
También hemos conocido el caso de Amparo Hernández, paciente oncológica tanto ella como algunos miembros de su familia. “Mi experiencia con la AECC fue muy positiva porque en un momento delicado de mi vida me abrieron la puerta de la casa y sus corazones”. Amparo nos cuenta que ella quería devolver todo ese amor y es por ello que se hizo voluntaria. “Esto ha sido un refugio, es para mí mi segunda casa”.
Amor, acompañamiento, futuro y esperanza. Así ha explicado Amparo todo lo que recibió de la asociación durante su lucha contra la enfermedad. “Algo que siempre he dicho que tenía que devolver, y me vuelco por completo”. “Ser voluntario de la AECC es dar y escuchar”, explicaba Amparo emocionada.