Con Adrián Niño el Málaga CF rompe una sequía de traspasos de siete años. El club malaguista ha anunciado este martes la incorporación del delantero mediante un traspaso, que incluye un porcentaje de futura venta para el Atlético de Madrid, propiedad del futbolista. Para encontrar el último jugador por el que el Málaga pagó un traspaso hay que remontarse al verano de 2018, cuando aterrizó en la Costa del Sol Boulharoud.
El Málaga CF pagó unos 600.000 euros por un mediocentro que provenía de Marruecos y que estaba recomendado por el exmalaguista Baha, que convenció a Caminero y Muñiz. La realidad es que fue un bluf de manual, pues no llega a 30 partidos ligueros entre las dos temporadas y parte mínima de una tercera. El club malacitano acabó dando salida al jugador nacido en Rabat tras disputar las dos primeras jornadas de la 2020-21, bajo las órdenes de Sergio Pellicer precisamente.
No salió muy bien ese traspaso y desde entonces el Málaga, con limitaciones económicas y deportivas, no realizó más compras de futbolistas. Los malaguistas han tenido que optar por incorporar a jugadores libres o cedidos desde entonces. Hasta este momento, pues se espera que Adrián Niño llegue traspasado en este mercado de fichajes.
Siete años sin traspasos y hay más casos como el de Boulahroud. En la retina de los malaguistas aún queda el recuerdo de los Cecchini, Rolón o Michael Santos, por los que el Málaga desembolsó una cantidad importante por cada uno y no pudo recuperar la inversión.
Esta vez es distinto, pues el traspaso no será muy alto y Niño, con 21 años, tiene una proyección más que interesante. Entre él y Chupete formarán una delantera que debe ser completada con un tercer delantero, a priori titular, que se cargue la responsabilidad de los goles.