Las calles de Antequera han sido testigo este sábado de una de las jornadas históricas que nos está dejando este año 2025 a nivel cofrade: la procesión extraordinaria de Jesús Nazareno del Socorro, celebrada con motivo del 300 aniversario de la bendición de su Sagrado Titular. Una cita que ha congregado a numerosos devotos, cofrades y visitantes, que no quisieron perderse este acontecimiento histórico en el calendario.
Pasadas las siete de la tarde, las puertas de la iglesia de Santa María de Jesús, junto a la emblemática Plaza del Portichuelo, se abrían para dar inicio a un cortejo solemne y lleno de simbolismo. La Archicofradía del Socorro preparó para la ocasión una puesta en escena de gran valor patrimonial, en la que pudieron contemplarse enseres históricos que volvían a la calle: el juego de cinco gallardetes de plata realizados por Francisco Durán en 1880, el estandarte de plata y el sol eucarístico de 1756, obra de los hermanos Fray Marcelo y Luis Díaz Herrero. Piezas, testigos del esplendor artístico del siglo XVIII que se conservan en la archicofradía.
El cortejo, acompañado por un cuerpo de luz y penitentes de cola larga, recorrió las calles de su feligresía en un itinerario cargado de emoción y recogimiento: Herradores, Arco de los Gigantes dónde pudo bendecir la ciudad desde el mirador de las Almenillas con un giro de 360 grados, Rastro, Pasillas, Peñuelas y Nueva, hasta alcanzar la Plaza de San Sebastián, tras cruzar el arco del Nazareno.
Pasadas las diez y media de la noche, tenía lugar uno de los momentos más emocionantes al desarrollarse la subida de la tradicional «vega» por las cuestas de Zapateros, Viento y Caldereros, un tramo que volvió a despertar la esencia que se vive en la madrugada del Viernes Santo en la localidad. El encierro, pasadas las 23:00 horas en la Plaza del Portichuelo, se vivió con una mezcla de emoción y gratitud tras una procesión que quedará grabada en la memoria de los fieles.
Para esta salida extraordinaria, el Señor estrenó potencias, corona de espinas y pectoral realizados por el orfebre José Cantos Ruiz, bajo diseños de Salvador de los Reyes, así como un cordón confeccionado por el bordador malagueño Sebastián Marchante. En su trono procesional, Jesús Nazareno volvió a estar acompañado, como cada Viernes Santo, por las imágenes de Simón Cirineo, obra de Gabriel de Astorga y Miranda (1876), y la Santa Mujer Verónica, de José Romero Benítez (1986).
El acompañamiento musical corrió a cargo de la Agrupación Musical Veracruz de Campillos, que ha aportado un tono solemne y emotivo al paso del Nazareno por las calles antequeranas en cada marcha interpretada.
Con esta procesión, la Archicofradía del Socorro culmina con este domingo una celebración religiosa de acción de gracias, uno de los actos más significativos de un año conmemorativo que celebra tres siglos de fe, historia y devoción a Jesús Nazareno, «el Señor del Portichuelo» .