La Navidad aún no ha llegado, pero los supermercados españoles ya han llenado sus estanterías con los tradicionales dulces de temporada. Sin embargo, este año el clásico turrón de chocolate Suchard llega con una sorpresa poco agradable para los consumidores: cuesta mucho más… y trae menos cantidad.
Según un estudio publicado por la compañía española FITstore, el precio del turrón Suchard ha aumentado un 88% desde 2020, pasando de 2,99 euros a los 4,99 euros actuales. Paralelamente, su tamaño se ha reducido un 11,5%, al pasar de 260 gramos a 230 gramos en apenas dos campañas navideñas. Un doble golpe al bolsillo que refleja una tendencia cada vez más extendida en la industria alimentaria: la reduflación, práctica que consiste en reducir la cantidad del producto manteniendo o incluso elevando su precio.
FITstore detalla que la reducción de 30 gramos aplicada en 2023, mientras el precio se mantenía en 3,99 euros, supuso una subida encubierta del valor real cercana al 13%. Para muchos consumidores, comparar una tableta actual con una de años anteriores se ha convertido en un ejercicio de sorpresa e indignación.
¿Por qué sube tanto el precio?
Aunque la estrategia comercial ha generado polémica, la industria señala que está empujada por un escenario global complejo. El cacao, ingrediente clave del turrón de chocolate, atraviesa una de las crisis más graves de la última década. Las malas cosechas en África Occidental, región que aporta el 70% del cacao mundial, han disparado su precio y han puesto en aprietos a fabricantes de todo el sector.
El encarecimiento del cacao es el principal factor detrás de la subida, pero no el único. A ello se suman los costes logísticos, el encarecimiento de la energía, el aumento de precio de los envases y otros procesos como el moldeo o las coberturas.
Ante esta combinación de inflación persistente y el aumento de los gastos de producción, muchos fabricantes recurren a la reduflación para evitar elevar el precio final de forma demasiado evidente. Por ello, FITstore recomienda a los consumidores revisar siempre el precio por kilo, una métrica más fiable que el precio por unidad cuando las cantidades varían.
El turrón, un símbolo de las fiestas en los hogares españoles, se enfrenta así a un escenario que pone a prueba su accesibilidad. Con precios al alza y tamaños a la baja, el tradicional capricho navideño se ha convertido en un producto que invita a mirar dos veces la etiqueta antes de meterlo en la cesta.
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