No es habitual ver a un jugador de baloncesto dejar su trabajo a una edad tan temprana como lo son los 24 años de edad, pero así ha ocurrido en el caso de Lucas Muñoz, un base del 2001 que lejos de acusar a las lesiones como podría parecer a simple vista sin conocer el caso, es por dedicar más horas a su trabajo en una clínica de podología.
El cordobés debutó en marzo de 2019 de la mano de Luis Casimiro con 18 años recién cumplidos. Por aquel entonces entonces era jugador de Unicaja Andalucía de Liga EBA y fue el tercer canterano que pudo jugar después de Pablo Sánchez y Morgan Stilma. El joven base debutó en los 51 segundos finales de un choque ante el Obradoiro.
Muñoz ha sido hasta la fecha el capitán del Coto de Córdoba, equipo de Segunda FEB, aunque dejará de serlo al término de la presente temporada. El califa reconoció haber meditado la decisión durante bastante tiempo, aunque afirma en Diario de Córdoba que «he pensado que era lo mejor, ya que debido a mi actual trabajo, ya no podía entrenar tantas horas. Así se lo he comunicado a los responsables del club».
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Sin embargo, no pretende dejar de jugar al baloncesto. Lo seguirá haciendo aunque en otra categoría, una que no le requiera tantas horas como la actual para poder compaginar su mencionada labor. Fue en el 2015 cuando maravilló al basket nacional gracias a una sensacional Minicopa, en la que los verdes y morados fueron segundos tras perder la final ante el Real Madrid en un encuentro en el que el cordobés anotó 24 puntos.
Se marchó de Los Guindos en el 2019 y, desde entonces, ha militado cuatro años en el Marbella antes de recalar en El Coto. A partir de esta temporada, descenderá voluntariamente varias categorías para dar continuidad a su carrera en el mundo de la podología.