Según muchos expertos, la temporada del Unicaja estaba destinada a acabar el pasado domingo en el Martín Carpena. El Real Madrid consiguió imponer su ley en los dos primeros partidos de la eliminatoria de semifinal de la Liga Endesa y llegar a Málaga con una diferencia casi definitiva. Sin embargo, los de verde y morado lograron un vibrante triunfo que sirvió para regalar a su afición una tarde de ensueño y para acercarse en la serie. Ahora, después de haber empezado a escalar una montaña «que sigue siendo complicadísima» según Ibon Navarro, tienen la oportunidad de empatar a dos a las 21.15 horas del martes 17 de junio en el pabellón malagueño y forzar un hipotético quinto partido en Madrid.
Es de imprudente hablar de un supuesto jueves antes de que se resuelva el negocio del martes, pues vencer al Real Madrid es una tarea realmente complicada, tanto que los de Los Guindos fueron los primeros en hacerlo desde el pasado 22 de diciembre del 2024, cuando lo hizo Valencia Basket, equipo que espera en la final liguera. Por lo tanto, la consigna es clara; derrotar dos veces en tres días a un equipo que, en contexto ACB, no había caído en todo el año. Bueno, solo una, ante el propio Unicaja en la final de la Copa del Rey en Gran Canaria. Aquel es uno de los once partidos que han disputado a vida o muerte en este curso. ‘Win or go home’. Y en todos, salieron victoriosos. Ahora, deberá volver a hacerlo en una serie más que caliente con tensión tanto en pista como en la sala de prensa.
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Una batalla contra los números
Nunca en la historia de la Liga Endesa se ha remontado un 2-0 en semifinales. Ningún visitante ha conseguido levantar al local (y por tanto, mejor clasificado en liga regular) los dos primeros partidos en una serie de segunda ronda. El Unicaja, en la noche del martes, no busca ni mucho menos ser el primero en hacerlo, sino que trata de apurar sus opciones para no acabar la temporada aún. Y se dice pronto, ya que los de Navarro comenzaron el curso hace diez meses y siguen huyendo de las vacaciones.
El parte de guerra, un serio problema
Para imponerse a los blancos se requiere de sangre, sudor y lágrimas, algo literal en el caso del pasado domingo. Los andaluces finalizaron el partido con un esguince de tobillo, de Tyson Pérez en una mala caída tras un vuelo sin motor, y dos brechas, de un Yankuba Sima que «no podía abrir el ojo» y de Kendrick Perry en la zona superior del pómulo al encajar el codazo de Musa que se tradujo en la definitiva antideportiva. Todo apunta a que el dominicano, determinante en el play off hasta el momento, no podrá ser de la partida y aún se desconocen las oportunidades del gerundense y del de Florida.
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Tócala otra vez, Dylan
En ocasiones desesperadas es cuando aparecen los mejores héroes. Dylan Osetkowski llegó al tercer duelo sin haber participado en la serie frente a los blancos y con actuaciones realmente discretas contra el Barça. Ibon Navarro aseguró que no estaba bien, pues su salida al Partizan de Belgrado es un hecho, aunque en el encuentro que podía suponer el fin de la temporada cajista, se puso el mono de trabajo para ser el mejor del partido con 21 puntos y hacer estallar al Carpena. En el cuarto partido, la hinchada verde y morada espera volver a ver su mejor versión al igual que la de Tyson Carter, también en sus últimos días como jugador del club malagueño.
La afición es consciente de que, pase lo que pase en el Martín Carpena, se debe deshacer en elogios hacia un Unicaja que ha conseguido nada menos que cuatro títulos, todos menos la liga hasta la fecha, en la presente temporada. Nada puede enturbiar el curso de los de Navarro aunque, ya que estamos, ¿por qué no forzar un partido más?