Dos meses después de la inauguración del nuevo edificio del Hospital Universitario Costa del Sol, en Marbella, profesionales y pacientes denuncian que gran parte de las nuevas instalaciones se encuentran sin poder utilizarse. A principios de marzo, el centro comenzaba a recibir pacientes en unas infraestructuras ampliadas que aspiraban a poner fin a años de quejas por falta de personal, listas de espera interminables y traslados a otros hospitales de la provincia. Aunque el SAS asegura un incremento de la plantilla, las enfermeras señalan que los nuevos espacios operan con personal insuficiente, lo que ha originado salas de espera vacías y quirófanos y equipamientos de última tecnología en desuso. En tanto, las Urgencias siguen colapsadas y los tiempos de espera no se han reducido. Hablan ya de una «crisis sanitaria» que afecta tanto a los pacientes como al bienestar mental de quienes los atienden.
Mientras la tensión entre el Sindicato de Enfermería (Satse) y el Servicio Andaluz de Salud (SAS) aumenta, las protestas del personal de los últimos meses apuntan que la directiva del centro y la Junta de Andalucía se pasan la pelota en cuanto a responsabilidades se refiere, sin ofrecerles «soluciones efectivas». Por su parte, el SAS asegura que en los últimos dos años se ha producido un incremento en la plantilla total del hospital del 4,8%, una cifra que, según los profesionales del hospital, «no se ajusta a las necesidades reales del centro».
Una enfermera para diez pacientes
«El número de enfermeras por paciente en Andalucía está muy por debajo del resto de España. Estamos casi cuatro veces por debajo de lo que recomienda la Unión Europea. En Málaga, la situación es aún peor: estamos a la cola de Andalucía, y Andalucía a la cola de España», denuncia Alberto Ortega, delegado del sindicato Satse en el Hospital Costa del Sol.
Para ponerlo en perspectiva, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la media de la Unión Europea se sitúa en 8 enfermeras por cada 1.000 habitantes. En España, esa cifra baja a 5,5; en Andalucía, desciende aún más hasta 4,1; y en la provincia de Málaga se reduce a 3,26 enfermeras por cada 1.000 habitantes. En la Costa del Sol Occidental, el ratio actual ronda las 2 enfermeras por cada 1.000 habitantes, lo que la sitúa muy por debajo de los estándares europeos y nacionales. Es decir, para igualar la media europea, España necesitaría incorporar aproximadamente 125.000 enfermeras más al sistema sanitario, mientras que Andalucía, unas 50.000.
En el Costa del Sol, la situación es aún más crítica. En la UCI, por ejemplo, la plantilla fija cuenta con cinco enfermeras para quince camas, lo que supone un ratio de una enfermera por cada tres pacientes, cuando lo recomendado es una por cada dos, «aunque se refuerza puntualmente cuando hay un mayor número de ingresos, no siempre es suficiente para garantizar una atención adecuada», expresa Ortega.
La situación es similar en otras áreas críticas. En el hospital de día oncológico, el Libro Blanco de la Enfermería Oncológica establece que debe haber una enfermera por cada seis pacientes. Sin embargo, actualmente en este área del Costa del Sol hay una por cada diez. En el quirófano de Urgencias, donde lo habitual es trabajar con tres enfermeras por intervención, el hospital cuenta con solo dos, lo que también limita la capacidad de respuesta del equipo.
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Personal de baja por ansiedad
Amador Valladares, enfermero en Urgencias del Hospital Costa del Sol, se encuentra actualmente de baja por ansiedad debido a la presión constante y la grave falta de personal en su servicio. «La situación era insostenible», confiesa, preocupado porque su salud mental afectara la calidad de su trabajo: «Recuerdo días en los que no podía más. Urgencias estaba colapsada y el estrés me bloqueaba; simplemente no podía dar el 100% de mí mismo y me daba miedo que esto repercutiera en el cuidado a los pacientes», relata Valladares.
Por su parte, Pilar Pelejero, también enfermera de Urgencias, denuncia que en muchos casos ni siquiera se concede la baja por ansiedad debido a la imposibilidad de cubrir las ausencias. «Llevo dos años sin poder disfrutar de vacaciones porque no hay nadie que pueda sustituirme», asegura. Comparando con su experiencia previa en un hospital de Madrid durante la pandemia, donde sí se respetaban los descansos, afirma que esta situación es «impensable» en su actual puesto.
La polémica en torno a la ampliación del centro
Frente a las denuncias sobre la falta de personal en el Hospital Costa del Sol, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) defiende que la plantilla, tanto en general como de enfermería, está ajustada a las necesidades asistenciales y que se realiza un seguimiento continuo para adaptar el número de profesionales según la demanda. «Entre 2022 y 2024, la plantilla total del hospital ha crecido un 4,79 %, y la de enfermería un 8,43 %. Además, otros profesionales sanitarios no facultativos han aumentado un 6,31 %», aseguran desde el SAS.
Sin embargo, Alberto Ortega califica estos datos como «un espejismo». Según explica, aunque efectivamente ha habido contrataciones, «los puestos de trabajo siguen siendo los mismos», ya que se ha contratado más personal para cubrir el mismo número de plazas. Este medio ha podido constatar que mientras áreas como Urgencias y Observación están saturadas de usuarios, otras zonas del nuevo edificio permanecen prácticamente vacías por la falta de personal: salas de espera sin pacientes, quirófanos y equipamiento de última generación sin uso, y mostradores administrativos desatendidos.
Asimismo, varios pacientes que abandonaban la zona de Urgencias aseguraban que habían esperado hasta siete y ocho horas para ser atendidos. Por otro lado, una paciente compartió a 101TV su experiencia personal, relatando que estuvo dos años en lista de espera para ser operada del menisco. En cualquier caso, la diferencia entre el aumento anunciado de la plantilla y la percepción del personal sanitario y de los usuarios genera un evidente debate entre todas las partes involucradas sobre la eficacia de las medidas adoptadas.