Una banda de robo de vehículos en países de la Unión Europea (UE) que operaba desde Motril ha sido desarticulada por la Guardia Civil y la Policía Nacional, que además han recuperado 13 de ellos, cuyo valor total asciende a más de 600.000 euros. En la operación denominada Masina, la Guardia Civil y la Policía Nacional han puesto a disposición judicial a 20 personas vinculadas a esta organización criminal.
A los detenidos se les atribuyen presuntos delitos de robo, receptación, estafa, falsedad documental, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales. Los vehículos habrían sido robados en otros países para introducirlos en el mercado español «regularizándolos mediante la manipulación del bastidor y la falsificación de su documentación», además de hacerles pasar la inspección técnica, la ITV.
La operación Masina se inició en enero de 2024, cuando el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico de la Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Granada detectaba un intento de matriculación de un vehículo que figuraba como «robado en el extranjero».
De manera paralela, el Grupo de Policía Judicial de la Policía Nacional de la Comisaría de Motril también seguía la pista a esta organización criminal tras haber recibido información procedente de la Unidad Adscrita a la Junta de Andalucía, después de detectar «anomalías en algunos vehículos tras inspeccionar otros tantos talleres ilegales». La brigada llegó a intervenir varios vehículos al parecer robados en el extranjero. Por ello, decidió coordinarse y aunar esfuerzos para desarticular dicha organización.
El ‘modus operandi’ de los presuntos autores consistía en robar vehículos en distintos países de la Unión Europea, trasladarlos a España, concretamente a Motril, donde la organización habría dispuesto de un taller ilegal en el que procedían a manipular el número de bastidor para que al introducirlo en el sistema no figurase sustraído. Tras la manipulación del bastidor, «utilizaban documentos en blanco de otro país europeo en los que consignaban los datos del vehículo con bastidor falsificado».
También disponían de un establecimiento de compraventa a través del que reintroducían los vehículos robados en el mercado nacional. Utilizaban una red de empresas pantalla con falsos documentos de números de identidad de extranjeros de los administradores para «realizar transferencias de los vehículos o desviar el dinero obtenido con las ventas».
Esta operación Masina contra esta banda dedicada al robo de vehículos en países de la UE que operaba desde Motril aún continúa abierta por lo que no se descartan nuevas detenciones.
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