Agentes de la Policía Nacional han detenido en Marbella a un hombre de 55 años por hurtar casi 60.000 euros de una oficina de servicios postales y paquetería. El arrestado habría planificado una maniobra de distracción para cometer los hechos y evitar que sus compañeros se percataran de lo sucedido. Igualmente, habría movido las cámaras para que los hechos no fueran recogidos por el sistema de vigilancia y grabación del local. Finalmente, y tras su detención, los agentes consiguieron recuperar parte del botín sustraído en su domicilio, un total 53.230 euros.
A raíz de la denuncia interpuesta por el responsable de la oficina en la Comisaria Local de Marbella, los agentes del Grupo de Hurtos iniciaron una investigación para esclarecer la sustracción, durante el horario de apertura al público, de una bolsa con unos 60.000 euros que se encontraba en el interior del local, encima de un mostrador.
Tras una laboriosa investigación policial, en la que también participaron agentes adscritos a los Guías Caninos de la Comisaria Provincial de Málaga y de la Brigada Local de Policía Científica de la localidad, los investigadores detectaron indicios que apuntaban a un trabajador de la propia oficina como autor de los hechos.
Finalmente, los agentes pudieron constatar como un empleado de la oficina, el día previo a la sustracción de la bolsa con el dinero, y con la excusa de revisar los falsos techos, mueve con su hombro una de las cámaras que enfoca directamente al pasillo donde se produce la sustracción, interpretando los investigadores una clara intencionalidad en tal circunstancia, teatralizada para dar apariencia de un hecho fortuito.
Un incendio como vía para el robo
También se comprobó que el mismo día de los hechos el investigado originó un pequeño incendio, alertando a sus compañeros para que abandonaran las instalaciones de manera apresurada, lo que provocó un revuelo que aprovechó para apoderarse de la bolsa con el dinero y ocultarla en un almacén cerrado con llave.
Posteriormente, el propio trabajador infiel preparó un paquete postal para un envío, mediante el cual sacó el dinero de la oficina. Lo remitió a nombre de un vecino inexistente de su urbanización y le comentó al repartidor de la zona, y compañero de trabajo, que lo recogería él mismo cerca de su casa haciéndole un favor al supuesto vecino. Tras su detención, se efectuó una entrada y registro en el domicilio donde los agentes consiguieron recuperar gran parte del botín sustraído, en concreto 53.230 euros escondidos en el interior de una caseta de aperos.