El Valencia Basket se proclamó campeón de la Supercopa Endesa al imponerse al Real Madrid por 94 a 98 en un duelo cargado de emoción, intensidad y alternativas constantes. El equipo taronja, superior en los momentos decisivos, se llevó el primer título oficial de la temporada tras una auténtica batalla en el Martín Carpena.
Ficha técnica:
Real Madrid (94): Abalde (3), Hezonja (19), Deck (11), Tavares (7), Feliz (7); Lyles (9), Kramer (5), Campazzo (18), Procida (3), Garuba (3), Fernando (0) y Llull (9).
Valencia Basket (98): Josep Puerto (10), Nate Reuvers (12), Jaime Pradilla (9), Omari Moore (10), Darius Thompson (9), Kameron Taylor (17), Sergio De Larrea (21), Neal Sako (6), Matt Costello (2), Ike Iroegbu (2), Isaac Nogués (-) y Valerio-Bodon (-).
Parciales: 27-24, 17-27, 25-18 y 27-29. El resultado al descanso fue 44-51.
Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Jordi Aliaga y Rafael Serrano.
Pabellón: Palacio de los Deportes José María Martín Carpena.
La final arrancó con un ambiente notable, aunque sin lleno total en las gradas del pabellón malagueño. Pese a la ausencia del equipo local, la afición respondió y las aficiones de ambos equipos pusieron color y tensión al duelo. Los descartes ya eran conocidos: Theo Maledon y Chuma Okeke no entraron en la convocatoria del Madrid, mientras que Nate Sestina fue baja por parte del Valencia. En pista, los quintetos iniciales presentaban caras conocidas y otras más nuevas, como Omari Moore en el conjunto valenciano.
Equilibrio con ligera ventaja blanca
El Valencia arrancó mejor, con mayor precisión ofensiva y un parcial inicial de 5‑10. El Real Madrid reaccionó a base de defensa, y con una gran presencia de Tavares en la pintura logró darle la vuelta al marcador. Hezonja y Lyles aportaron dinamismo en ataque, mientras que Deck se mostró sólido en el rebote. El primer cuarto terminó con un ajustado 27‑24 a favor de los de Sergio Scariolo.
El Valencia creció
El conjunto de Pedro Martínez subió una marcha y comenzó a dominar en ambos lados de la pista. Con una gran circulación de balón y rebote defensivo, los taronjas se sintieron cada vez más cómodos. Omari Moore se mostró desequilibrante y Pradilla aportó inteligencia táctica. Un triple espectacular de Llull sobre la bocina recortó diferencias, pero el Valencia llegó al descanso con ventaja tras una penetración final de Moore: 44‑51 al término de los primeros 20 minutos.
El Real Madrid regresó del vestuario con intensidad, pero no lograba traducir esa energía en acierto. Valencia mantuvo la cabeza fría, y jugadores como Kameron Taylor y Reuvers respondieron a cada intento de remontada blanca. Hezonja asumió responsabilidades ofensivas y lideró una racha clave que permitió al Madrid volver a empatar. Sin embargo, Valencia no se descompuso: Pradilla y Moore volvieron a aparecer para cerrar el tercer cuarto con el marcador igualado (69‑69) tras una gran acción del base estadounidense.
Los momentos calientes fueron taronjas
Los últimos diez minutos fueron una guerra de nervios. Cada posesión fue disputada al máximo, con faltas tácticas, tiros forzados y decisiones arbitrales muy protestadas. Valencia golpeó primero con un gran mate de Sako y una canasta de Pradilla que puso el 74‑78. El Madrid sufría sin Tavares, eliminado por faltas a falta de menos de cinco minutos. La ausencia del pívot condicionó el cierre del partido. Deck intentó liderar desde el tiro libre, pero el Valencia supo gestionar la renta mínima con inteligencia. Con 1:50 por jugarse y el marcador 86‑89, el Real Madrid buscó el triple salvador, pero la defensa taronja no concedió nada.
En un final de locura, los taronjas supieron gestionar con sabiduría y temple el desenlace para coronarse en Málaga. El MVP fue Sergio De Larrea, que completó un torneo sensacional con una final sublime para dejar claro que es una realidad del presente más inmediato.
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