Sobre las ocho de la mañana un grupo de Policía Nacional presidía el portal número 5 de la calle Obispo Juan de Eulate de la barriada Las Flores en Málaga. Josefa Jiménez y sus tres hijos han tenido que abandonar la vivienda en la que llevan viviendo una década de régimen de alquiler tras consumarse el desahucio de la misma después de dos intentos anteriores de lanzamiento y llevar dos años sin pagar la renta de 500 euros mensuales a su propietario, que ya dijo que necesitaba su vivienda para su hijo.
La mujer desahuciada tiene 43 años y tres hijos menores de 4, 11 y 15, que esta mañana permanecían en el instituto mientras se ha producido la negociación con el propietario con la visita de la procuradora, emergencia social e incluso el cerrajero. “Pedimos solo que haya un mes más de aplazamiento para que dé tiempo a que esta familia encuentre una vivienda”, comentaba el portavoz de Con Málaga, Nicolás Sguiglia minutos antes de conocerse el veredicto.
“Estaba muy hundida, muy hecha polvo y con tres hijos. Es una mujer que se lleva muy bien con los vecinos, entiendo al propietario pero esos niños no se pueden quedar desamparados. Ha ido a pedir ayuda a todos los sitios pero no le dan respuesta ninguna, a la calle”, comentaban las vecinas en la puerta del bloque.
Ayuda de los vecinos
Una vez se ha conocido la noticia de que tienen que abandonar la vivienda, los vecinos de la zona se han encargado de subir al cuarto piso de donde Josefa y sus tres hijos han sido desahuciados para ayudarles a bajar a la calle todas sus pertenencias, dejando junto al portal gran parte de la vida de esta familia.
Este martes, el grupo municipal Con Málaga trató de llevar a cabo una mediación con el propietario, primero, a través de la Oficina de Derecho a la Vivienda (dependiente del Ayuntamiento de Málaga) y por último esta mañana junto a la vivienda. “Pedíamos era ganar cinco meses para que los niños, por lo menos, pudieran terminar el curso escolar y poder asegurar una reescolarización en buenas condiciones, para que no abandonen bruscamente su colegio», ha asegurado el portavoz.

En definitiva, Josefa pedía un poco más de tiempo para poder hacer una transición habitacional, todo ello, en una jornada de nervios y acompañada por su madre, sin embargo, no ha podido hacer nada. A raíz de su separación, la familia quedó en una situación de precariedad, por lo que no ha podido pagar la renta y tras haber estado acogida a la Ayuda al alquiler del Instituto Municipal de la Vivienda, se ha vuelto a quedar sin recursos para hacer frente.
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